6 de julio de 2014

Monopoly, ¡Todo por la pasta!

Esta primera entrada más o menos seria va dirigida a un juego famoso de por sí en gran parte del globo terrestre: el Monopoly

¿Que puedo decir de el? Quien más quien menos sabe como va el juego. El objetivo es simple: ser el que lo tiene todo y que deja en bancarrota a los demás. 

Empiezas con una cantidad media de dinero, das vueltas a lo largo del tablero y según la suerte que tengas con los dados, caes en casillas que te interesan (para comprar o porque te ahorras de pagar) o que no te gustan demasiado (porque pagas a otro jugador o porque te lleva a la cárcel).

A medida que van pasando los turnos, el equilibrio monetario que había al inicio del juego se va rompiendo, incrementando la desigualdad económica entre jugadores. Si bien, aunque el juego consiste en conseguirlo todo (calles y dinero), no suelen ganar aquellos que compran a lo loco, ni aquellos que son demasiado ahorradores... la estrategia a la hora de saber que interesa comprar y que no es la clave, y negociar con otros jugadores va a ser necesario para completar las combinaciones de color y poder ganar más dinero.

Personalmente creo que es un juego al cual no hace falta alabar ni despreciar, pues habla por si mismo. Si bien no tiene la acción de otros juegos en que hay batallas de dados y conquistas (y sangre, muerte, destrucción e insultos por igual...), no deja de ser un juego que te hace mantener la tensión hasta que consigues esa calle que querías o pasar por la salida y cobrar para poder comprar más tarde...

Con la historia que tiene, han salido múltiples ediciones y versiones, incluso clones (¡Ojo! Eso no quiere decir que sean malos, sino que son el mismo juego identico pero creados por otras compañias y diseños), los cuales llevaban diferencias respecto al original que los hacia algo únicos, aunque la mecánica de juego fuera casi la misma.
Entre estos, he podido jugar las versiones mencionadas a continuación:
  • Monopoly original: es el básico. Tiene las reglas básicas y los nombres de las calles están basadas según la región o país de su publicacion. En las ultimas ediciones se le ha añadido la versión "rápida", la cual funciona con las normas ligeramente modificadas, pero que conserva el espíritu.
  • Monopoly city: esta versión algo más puñetera que la original. Los jugadores podrán construir desde el momento en que tengan propiedades, sin importar si tienen todas las casillas de color o no. En esta edición, se puede ir a fastidiar a otros jugadores, colocando edificios que devalúen sus propiedades y construyendo otros para beneficio propio. Esta edición deja las casitas del juego básico para pasar a los rascacielos... y en vez de cifrar en unidades, van a base de millones (En el fondo es lo mismo, solo que con algunos ceros de mas).


  • Monopoly Pokemon: esta la tuve años atrás de crío. Centrándose en la región de Kanto y en los juegos de la 1ª Generación, este Monopoly de temática pokemaníaca me entretuvo horas y horas en su momento, tanto por gusto por una franquicia como por fanatismo de la otra. Esta versión, dejando a un lado el cambio de calles y estaciones por los gimnasios y pokeball, sigue las normas del juego básico, pero con un añadido especial: tal como hacen en la franquicia de Nintendo, los pokemon combaten. No se tratara de ganar experiencia ni desbloquear ataques mediante subir de nivel, sino que todo se basara en los dados. Cada doble tiene un efecto (siempre positivo y a favor del jugador que los ha tirado, por supuesto, desde teletransportarse a una casilla de su elección hasta combatir con los dados para conquistar una propiedad de otro jugador y arrebatársela) con el que puede influir en el avance de la partida de forma considerable. De hecho, esta regla (que creo que es exclusiva de esta versión) la he echado de menos en las versiones que he poseído a posteriori.


  • Monopoly World of Warcraft: esta reciente edición llegó a mis manos por cortesía de mi novia. Esta edición por el momento sólo está disponible en inglés, pero si la quieres, aunque tu nivel de inglés no sea bueno, se puede disfrutar igual, ya que no requiere un nivel elevado. Como la mayoría de ediciones de coleccionista, todo esta ambientado en el universo del WoW (exceptuando las 4 esquinas del tablero), pero conservando las mismas normas de la versión original, incluso el modo rápido mencionado anteriormente. Si no tienes el el juego original y/o te gusta el universo Warcraft, esta es una buena compra. De no ser así, recomiendo comprar otra edición, ya que como ya he mencionado, esta no añade ninguna novedad a la hora de jugar.


  • La ruta del tesoro: uno de los clones que mencionaba anteriormente de origen español, la ruta del tesoro llegó a tiendas en los años 80, por lo que muchos nostálgicos y coleccionistas lo deben tener o almenos recordar. El que tuve yo era la edición básica de caja cuadrada (había otra edición de lujo en esa época también) y la recuerdo tan genial como si la descubriera hoy día. En esta edición dejamos las calles comerciales y los negocios multimillonarios para embarcarnos en alta mar y ser unos aventureros piratas que surcan el Mediterraneo, siguiendo las mismas reglas que en el monopoly, comprando ciudades portuarias. Ambientado alrededor del siglo XIII, con los reales como forma de pago (¡¡¡Y en monedas de oro y plata!!!) y con pagarés firmados por Alfonso X el sabio, este entrañable juego es una buena alternativa al monopoly si uno no quiere un juego tan "comercial". A medianos de la primera década del 2000 salió una redición, pero que perdió el atractivo de la primera versión. Cabe decir que es un juego que vale mucho la pena y está muy valorado, pues se vende a precios bastante altos (desde 45 a 80€ según he visto).

Bien, pues esos son los que puedo decir de primera mano como son. Cada uno tiene sus puntos fuertes y particularidades que lo hacen único, por lo que se podría decir que un juego del tipo monopoly debería ser obligatorio de tener en el armario de los juegos de cada casa (de haberlo).

Cabe decir que, aun jugando siguiendo las normas, entre mis conocidos usamos una variante a la hora de hacer pagos de multas e impuestos (y que he visto que muchos hacen también). Consiste en que en el momento que un jugador deba pagar a la banca una penalización (multa, impuesto, etc...), el dinero de ésta va a parar al centro del tablero, y ahí se va acumulando hasta que un jugador cae en la casilla de Parking gratuito, el cual se lo lleva todo. Es otra manera de que algún afortunado consiga recuperarse un poco... o se enriquezca aún más.


Y eso es todo en cuanto digo sobre estos juegos. 
Como mencioné anteriormente, comentarios, anécdotas y criticas son bien recibidas.

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